10.02.2005

Lo infinitamente útil que puede llegar a ser una caja de cartón con las dimensiones adecuadas

Es fácil caminar por la calle y estar solo, pero rodeado de gente a la vez. Fácil.
Sin embargo, y no me puedo explicar porqué, no lo resulta tanto estando rodeado de gente en tu propia casa:

El computador queda junto a la puerta de la cocina y la gente transita por mi lado mientras escribo. Es jodidamente incomodo, ya que sé que la gente lee lo que escribo, y no sólo eso, también intentan interactuar conmigo, siendo que yo estoy solo, haciendo lo que hace la gente cuando está sola: cantar bajo la ducha, soltar gases, hurguetearse partes rebuscadas, tales como las fosas nasales, entre otras. Yo haría todas esas cosas si no me encontrara concentradísimo escribiendo.

Acaban de hacer una broma respecto a mi persona y yo no puedo responder porque estoy solo. Me acaban de preguntar una especificación técnica respecto a los asuntos hogareños que justo ahora no me conciernen, pero debo responder, porque estoy rodeado de gente. Me acaban de bajar el volumen de la música. Me siento pasado a llevar. No es la primer a vez que lo hacen, pero siempre es igual de incomodo. Otras veces suelo volver a subir el volumen, pero ahora estoy solo, y concentradísimo escribiendo, así que no puedo.

Es relativamente contradictorio.

Cuando uno está solo en la calle las irrupciones suelen ser, a mi parecer, casi controlables, ya que uno es el que decide si responder o no, si ir por aquí o por allá, hablarle a quién, cabe la posibilidad de ignorar al mundo por completo y estar realmente solo. Pero en la casa, donde uno es en la mayoría de los casos una pieza influyente en el funcionamiento (ya sea correcto o incorrecto) del hogar, la cosa cambia, ya que todas las formas de comunicación dirigidas a tu persona suelen estar incapacitadas para ser respondidas por otra. En la calle no es un acontecimiento triste que una pregunta se quede huérfana, sin respuesta. Las preguntas pueden rebotar de a miles por la vía publica, sin necesidad imperiosa de una respuesta que las acuda, son autosuficientes como preguntas, no necesitan nada, pero en la casa es distinto, una pregunta huérfana en medio del living de una casa es un espectáculo extrañísimo y desolador, si no acude su respuesta, la pregunta llorará de puro desconcierto, ya que esto sucede pocas veces, es extraño.

Por principio, la soledad es algo que no se puede compartir, sin embargo, la teoría no se iguala a la práctica (por más que se logren descifrar los misterios del universo, los miles de libros que contengan sus repuestas, no tendrán comparación alguna con los misterios mismos), y vemos con frecuencia a gente compartiendo la soledad. Y es que, según mi punto de vista (el de la lagartija), la soledad es algo que se puede compartir máximo con una persona.

Medito respecto a lo que digo... el concepto soledad tiene un propósito, que es el de referirse a una conciencia aislada de las demás, así que al afirmar que dos personas pueden compartir su soledad es afirmar que dos personas pueden llegar a ser una... sin darme cuenta tiene relación con lo que decía en el post anterior, solo que esta vez me estaba refiriendo a una situación especifica, que es la de los amantes, ¿no comparten acaso los amantes sus soledades individuales al momento de amarse? No en todos los casos, es verdad, pero en los casos más ideales, esos casos utópicos que son como sacados de cuentos de hadas ¿no es así acaso? Lo cual, según lo recién planteado, nos lleva a la brillante conclusión de que el amor sería un intento por llegar a la telepatía (entiéndase el termino según lo expuesto en el post anterior).

Ejem, permiso:

¡Ese conchetumadre se puede meter su baile culiao por el hoyo, el mierda de artista conceptual gay sabe que lo estaba haciendo apropósito, tiene todo el puto living para bailar y el mierda se pone a hacerlo justo al lado mío, POR LA RECHUCHA, ESOY SOLO!

Disculpen, ahora sí:

Conclusiones:
a) La soledad tiene muchas formas.
b) El espacio personal es algo importantísimo y, por desgracia, jodidamente violable.
c) El “cigarro-café” es un aderezo jodidamente fome sin creatividad.
d) Soy bueno armando castillos con palitos de fósforo (y sin ningún elemento adhesivo extra, imagínense como quedan).Necesito una caja donde quepa yo, o en su defecto, un hoyo con las mismas dimensiones.