9.02.2005

Hoy me llegó una pelota de tenis en el hocico

Una vez un amigo me dijo que la creatividad se comportaba como si fuera un elemento químico... de preferencia gaseoso. Que en la vida te podía llegar mucha, así como podía no llegarte ni una sola partícula. Si entendemos la creatividad de esta forma, estoy en condiciones de representar mi condición creativa. De vez en cuando esta creatividad flotante se da cuanta de mi existencia y de mis patéticas formas de llamarle la atención, de mis tristes plegarias rogando por una módica limosna de “lo que sea su voluntad”. Entonces se voltea... haciéndose la hueona, con cara de distraída, mirando hacia al lado, como si estuviese fijándose en otra cosa... se da una vuelta, se da otra... me mira de reojo... con desprecio... se mete las manos a los bolsillos, pero aún haciéndose la lesa. Se regocija un buen rato mirando mi cara patética. Yo, de rodillas junto a ella. Hasta que al final saca de sus bolsillos una cantidad equivalente a una pelusa de ombligo, me la tira en la cara, yo la recojo con delicadeza, como si fuera el mayor tesoro, la más frágil de entre todas las chicas bonitas, y me la llevo corriendo. Espero a que las condiciones sean propicias, y la utilizo para hacer alguna creación. Cuando esto sucede, lleno mis cuadernos con frasecitas cuaticas, pero sin ningún sentido ni real peso. Cuando esto sucede, lleno miles de hojas con bocetos suuuuper bonitos, pero nunca termino un solo dibujo. Cuando esto sucede me quedo pegado largas horas con el bajo... pero como ni siquiera he aprendido a tocar bien... Esto sucede a menudo.

Pero justo hoy no.

PD: lo de la pelota es verdad.